12.20.2016
Media

Tengo 45 años, soy mexicana y aunque crecí en una familia completamente disfuncional, me educaron de una manera muy tradicional. Eso no evito que a los 19 años tuviera mi primer aborto.

Al terminar el cuarto semestre de estudios tuve que dejar la universidad por problemas familiares. Mis hermanos de 14, 11 y 2 años estaban a mi cargo, así que cuando supe que estaba embarazada y sin ningún tipo de apoyo familiar ni una pareja estable, tomé la decisión de practicarme un aborto. Esto fue realmente difícil ya que como en México el aborto sigue siendo ilegal tuve que recurrir a una clínica clandestina nada segura donde puse en riesgo mi vida.

Lo más difícil no fue conseguir al doctor o el dinero para pagarlo. Lo más terrible fue que el doctor me puso anestesia local, obviamente estaba complemente consiente. Al terminar el procedimiento el me enseñó el feto y me dijo “mira esto es lo que te estorbaba”.

Por muchos años viví con un terrible sentimiento de culpa y vergüenza, hasta que encontré a otras mujeres que habían pasado por experiencias similares, y fue hasta que compartí mi sentir que lo pude superar.