07.07.2014
Media

Anónimo

Cuando quedé embarazada estaba comenzando la universidad, en 1967, el aborto legal más cercano había sido en Japón.
Un estudiante de enfermería me dio un catéter, algunos antibióticos y el nombre de un amable médico al que podía usar si tenía una emergencia. Afortunadamente, tuve éxito en mi sexta semana y no tuve complicaciones, pero fue la experiencia más traumática de mi vida.